jueves, 15 de octubre de 2009

RACISMO POSITIVO

¿Qué tan bueno será?

Definición
Supuestas ventajas
Discriminación disfrazada
Malinchismo


El racismo positivo es, en pocas palabras, dar mejores oportunidades y tratos preferenciales a minorías raciales sólo por el hecho de serlo, es decir, favorecer a los históricamente oprimidos.

Por si no les queda claro, les pondré un ejemplo: un gran amigo mío es salvadoreño, él decidió irse a estudiar a Estados Unidos, ya saben, para mejorar sus oportunidades de empleo y su nivel de vida. Resulta que es un niño de clase alta, de hecho, es uno de los más adinerados de su país. Al inscribirse en una de las universidades públicas más grandes de nuestro país vecino le dieron una beca que consistía en pagarle por estudiar de tiempo completo.

Así es, sólo por el hecho de venir de uno de los países menos desarrollados del continente americano, los gringos mensos lo tomaron por “indito muerto de hambre” y le dieron la beca de los sueños de cualquier estudiante. Cabe mencionar que mi cuate no es una de las personas más brillantes que he conocido, es más, sin afán de ofender, es bastante bruto.

Aunque muchas personas crean verse beneficiadas por los resultados “favorecedores” que puede tener el racismo, según yo, sigue siendo discriminatorio, y por lo tanto, representa una ofensa.

No puedo pensar en un día que me moleste más que aquel que es ampliamente publicitado como “el Día de la Mujer”. Honestamente no puedo evitar sentir que únicamente nos corresponden 24 míseras horas a las féminas, mientras que a los hombrecitos les tocan los 364 días restantes del año.

Es igual o hasta más racista mostrar “preferencias” por personas que consideras desprotegidas, al hacerlo, aunque no sea tu intención, los estas señalando y, consecuentemente, marginando.

Un caso clarísimo es el del Presidente Obama, cuyo color lo ha llevado hasta a ganarse un Nobel de la Paz, siendo que aún tiene tropas representantes de su país en algunos lugares del mundo.

Cuando éste personaje estaba en campaña electoral, todo el mundo pedía que se le escuchara como si fuera blanco, sin que se hicieran distinciones, él, supuestamente, nunca quiso llevar la atención hacia su origen racial.

La verdad de las cosas es otra. Fue muy evidente que la mayoría de los votantes no vieron su color como algo malo, todo lo contrario, probablemente, el simple hecho de ser negro lo impulsó a ganar la presidencia.


A todo esto, no puedo explicarme porque a nosotros, los mexicanos, nos encanta pensar que las personas de otras razas son lo mejor que existe… que si las negras y los negros están grandotes (as) y buenísimos (as), que si los ojos verdes son sexys y románticos… en fin, nos hace felices el alabar “cualidades” que a nosotros, por simple genética, no nos han de ocurrir.
El malinchismo tan arraigado que nos caracteriza es mundialmente conocido, así que, para terminar, les dejo una cita del libro autobiográfico “Me lo dijo Elena Poniatowska” :

"Al llegar a México a los nueve años, tuve una impresión muy grande porque en Francia yo siempre sentía que nadie me pelaba, no me hacían caso. A lo mejor sí me hacían, pero París estaba lleno de güeritas de ojos azules y aquí yo era de las pocas güeritas de ojos azules. Me querían comprar. ‘Güerita, güerita’, me decían, aquí sí pegué, incluso más que mi hermana, como que yo tenía más pegue. Esto desde luego me hizo sentir mucho agradecimiento por México, porque de repente me sentí más segura de mí misma ¿no?".

Montserrat Alquicira
- Reportera

1 comentarios:

Luis Ricardo dijo...

No, espera.
Una cosa es la "discriminación positiva", que es el caso de las minorías a las que las políticas institucionales ofrecen oportunidades de desarrollo preferenciales para que se 'pongan al corriente'. Por ejemplo, el salvadoreño, a cuyos connacionales en Estados Unidos mucho tiempo se les han negado las oportunidades de estudiar en la Universidad y ahora, les ofrecen becas especiales u otros apoyos.

Muy diferente, es el "racismo positivo", que no es una política consensuada, ni plenamente consciente. Mediante este tipo de racismo, los rubios europeos obtienen las mejores oportunidades en Latinoamérica, son considerados inteligentes y bellos. También resulta ventajoso tener apellidos extranjeros, ser blancos o rubios.