LA SANTA MUERTE es un culto que cada vez tiene más seguidores de todo tipo, aunque inicialmente su devoción sólo era de criminales, pandilleros, ladrones y prostitutas, estos les hacen peticiones, como librarse de la policía o salir de prisión.
Pero con el paso del tiempo, se ha perdido su verdadero culto ya que la gente tiene la necesidad de creer en algo, y tener fe para que puedan hacer su vida cotidiana a muchos de ellos la santa muerte les resuelve todas sus peticiones y significa ya un modo de vida.
Aunque parezca extraño, la mayoría conocemos por lo menos al amigo de un amigo que siga este culto y mi caso no es la excepción.
La primera vez que vi de cerca a la Santa Muerte, fue en casa de una amiga (Karina), una chica de 20 años, con un nivel socioeconómico alto, mamá soltera de un bebe de 1 año, y apenas ingresaría a la universidad a estudiar Psicología.
Recuerdo que esa primera vez me dio mucho miedo, ella por su parte me dijo no te espantes es la SANTA MUERTE, o nosotros la llamamos, “la señora” de una forma más afectuosa, tenía alrededor muchas cosas entre ellas un reloj de arena y me explicó que es el tiempo que le queda de vida, una lámpara que es la luz te guía en tu camino, a su lado tenía un plato con fruta pero una resaltaba, era algo llamado berenjena, me comento que es su alimento favorito, y la demás fruta que se le pone debe ser regalada, cada martes se le ponen flores blancas, y un puro, el cual debe permanecer encendido la mayor parte del día.
Se me quedó tan grabado que quise saber más, me parecía en ese entonces un culto realmente fuera de lo común, y entre más preguntaba más quería saber, también algo extraño es que tenía una balanza a su lado, según Karina, esto les mide sus actos y su justicia, dice que ella se entera de todo lo que haces, tanto bueno como malo y le gusta que le regales cosas valiosas en su mayoría de oro, por ejemplo, un dije con la imagen de la misma, de 3 cm cuesta alrededor de 100 dólares, osea salió algo fashion la Santa Muerte porque no cualquier cosa recibe.
En ese entonces ella era una fiel seguidora y le tenía más respeto que a su propia mamá, pero hoy día las cosas son diferentes.
YO. Hola Karina, sé que tengo mucho tiempo que no te pregunto esto, pero ¿Aún eres devota de la Santa Muerte?
KARINA. (Tono de voz despectivo), ¿Por qué quieres saber? Es algo que quedó en mi pasado.
Y. Sólo es curiosidad, ¿Por qué en tu pasado, a qué te refieres?
K. No quiero hablar de eso, me hace recordar a pistache (su bebé) solo sé que ahora está en el cielo y por más fe que le tuve, no me ayudó a que se quedara conmigo.
¿Recuerdas cuando lo fuiste a ver al hospital esa última vez que ya estaba muy grave?
Yo. Sí, fue algo muy difícil y en verdad, siento mucho recordar todo esto.
K. (tono molesto) No te preocupes, pero te digo, recuerdas cuando la enfermera levanto a pistache y debajo de la almohada está la imagen de la Santa, y tu cara fue de susto, lo mismo me decían todos los doctores y enfermeras que por qué creía en ella, yo tenía que luchar a lado de Pistache, que ellos me estarían a mi lado y harían todo lo posible para salvarlo, que contaban con los mejores aparatos, pero que no debía creer en ella.
Yo. Pero ¿Por qué tu tono molesto hacia la Santa, tú muchas veces dijiste que ella te ayudaría?
K. Ya en alguna vez te hablé de la Guadaña, y te dije que era, es lo que corta el hilo de tu vida, recuerdas que mi mamá te dijo que tu alma está pegado a tu cuerpo por un hilo de plata, pues esa madre la corta y nos indica el camino de la muerte, yo siempre le fui leal y no cumplió, ahora sólo sé que ya no está Pistache conmigo.
Yo. ¿Ahora en qué crees?
K. Ahora sé que debo tener fe en algo, pero algo que realmente este segura de serlo y no dejarme llevar por lo que dicen las personas, es su devoción, ya no es la mía, algunos les cumple a mí no.
Hoy Karina, tiene 22 años y ya pasaron dos años desde que perdió a su bebé a causa de un problema en el corazón, ya está en cuarto semestre de la Lic. En Psicología y sabe que el ponerle su fe al 100% a la Santa no sirvió de mucho.
Así como a ella que por muchos años, le fue leal a ese santo, hoy ya no lo es, supongo que existirán muchos casos como estos y claro con devoción a otros santos, lo importante es que si tenemos afición por alguno de estos cultos nos informemos bien de que se tratan, finalmente hay gustos para todos y por si se quieren iniciar en este culto dense una vuelta cerca del Centro Histórico, Tepito, la Merced, y el Mercado de Sonora, ahí encontraran sus templos y muchos devotos que día a día, lo vuelven su estilo de vida.
Andrea Calderón
- Reportera