• Reacciones al paquete aprobado
• Números malditos
• ¿Por qué estamos acostumbrados?
Lamento seguir tocando el tema y continuar clavando el cuchillo en la misma yaga, pero déjenme contarles que después de la cacareada y prevista aprobación de impuestos por parte del Senado las reacciones no se han hecho esperar.
Era obvio que el pueblo iba a estar muy inconforme con la decisión de los dueños de los huesos nacionales después de que decidieron elevar el IVA a 16% y el ya estratosférico Impuesto Sobre la Renta al 30%.
Ahora, ya haciendo números, consideremos que el mexicano que tenga “la suerte” de ganar más de $10,300 va a regalar a esta bendita nación más del 40% de su sueldo.
Según Carlos Cárdenas, socio director de la Práctica de Consultoría en Impuestos de Ernst & Young la cifra perdida en dichos impuestos por una persona que gane $12,000 será del 41.20%
Eso sí, sin tener contemplados los nuevos impuestos de ochenta centavos de aquí a cuatro años para los tabacos, el aumento del gravamen de la cerveza, el de los juegos y sorteos que pasó del 20% al 30% y el descarado incremento a las telecomunicaciones cuya tarifa en nuestra patria, de por sí, es una de las más altas a nivel mundial.
En pocas palabras, los mexicanos estamos trabajando como esclavos para un gobierno fallido que, sin pena ni recato, ha decidido ponernos la situación más difícil.
Lectores, ¿saben ustedes qué es lo que más me molesta?... que no vamos a hacer nada para remediar la situación, que, para variar, nos vamos a cruzar de brazos, vamos a agachar los hombros y, seguramente, diremos que no nos queda más que aguantarnos.
A partir del 2010, todos nos vamos a “acostumbrar” a tener menos dinero que antes, vamos a dejar de hablar por teléfono con nuestros seres queridos porque, en México, la comunicación es un lujo, pero en serio ¿alguien sabe por que los mexicanos aceptamos que nuestros gobiernos cometan idiotez tras idiotez sin siquiera protestar?
Probablemente es el vestigio casi imperceptible de nuestra sangre azteca la que nos hace aguantadores y resistentes, o, quizás tenemos memoria de teflón y olvidamos las faltas que se han hecho en nuestra contra. ¿Por qué nos encanta distraernos con el mediocre fútbol nacional o con alguna cortinota de humo en lugar de tan siquiera intentar remediar nuestra situación?
¿Cómo le hacen los medios para lograr, con rotundo éxito, que olvidemos las acciones gubernamentales que nos perjudican?, ¡¿es que nadie se acuerda de nada?!
Espero recuerden que, hace no mucho, aumentaron las tarifas de los peseros de ciertas rutas de $2.50 a $3.00. Para nuestra buena suerte, cincuenta centavos no son nada, pero únicamente en el transcurso de esa semana se transmitieron y publicaron reportajes donde las personas contaban que, tristemente, esos $.50 marcaban la diferencia entre poder ir o no a su trabajo, mientras que otras afirmaban que tendrían que caminar a sus destinos.
No pretendo que la noticia del nuevo paquete sea “asimilada” tan rápido como la del ejemplo anterior porque, como era de esperarse, se están colgando los diversos actores políticos dando declaraciones, según ellos, importantes. Ahora resulta que todos creen que fue una mala idea subir los impuestos; los que no votaron por la reforma dicen “ya ven, si por eso los priístas nos abstuvimos”, y los que sí declaran que no es suficiente “el cambio aparente” y que está mal planteada la reforma, es más, hasta el desaparecido Fox ya se quejó…
Montserrat Alquicira
- Reportera
• Números malditos
• ¿Por qué estamos acostumbrados?
Lamento seguir tocando el tema y continuar clavando el cuchillo en la misma yaga, pero déjenme contarles que después de la cacareada y prevista aprobación de impuestos por parte del Senado las reacciones no se han hecho esperar.
Era obvio que el pueblo iba a estar muy inconforme con la decisión de los dueños de los huesos nacionales después de que decidieron elevar el IVA a 16% y el ya estratosférico Impuesto Sobre la Renta al 30%.
Ahora, ya haciendo números, consideremos que el mexicano que tenga “la suerte” de ganar más de $10,300 va a regalar a esta bendita nación más del 40% de su sueldo.
Según Carlos Cárdenas, socio director de la Práctica de Consultoría en Impuestos de Ernst & Young la cifra perdida en dichos impuestos por una persona que gane $12,000 será del 41.20%
Eso sí, sin tener contemplados los nuevos impuestos de ochenta centavos de aquí a cuatro años para los tabacos, el aumento del gravamen de la cerveza, el de los juegos y sorteos que pasó del 20% al 30% y el descarado incremento a las telecomunicaciones cuya tarifa en nuestra patria, de por sí, es una de las más altas a nivel mundial.
En pocas palabras, los mexicanos estamos trabajando como esclavos para un gobierno fallido que, sin pena ni recato, ha decidido ponernos la situación más difícil.
Lectores, ¿saben ustedes qué es lo que más me molesta?... que no vamos a hacer nada para remediar la situación, que, para variar, nos vamos a cruzar de brazos, vamos a agachar los hombros y, seguramente, diremos que no nos queda más que aguantarnos.
A partir del 2010, todos nos vamos a “acostumbrar” a tener menos dinero que antes, vamos a dejar de hablar por teléfono con nuestros seres queridos porque, en México, la comunicación es un lujo, pero en serio ¿alguien sabe por que los mexicanos aceptamos que nuestros gobiernos cometan idiotez tras idiotez sin siquiera protestar?
Probablemente es el vestigio casi imperceptible de nuestra sangre azteca la que nos hace aguantadores y resistentes, o, quizás tenemos memoria de teflón y olvidamos las faltas que se han hecho en nuestra contra. ¿Por qué nos encanta distraernos con el mediocre fútbol nacional o con alguna cortinota de humo en lugar de tan siquiera intentar remediar nuestra situación?
¿Cómo le hacen los medios para lograr, con rotundo éxito, que olvidemos las acciones gubernamentales que nos perjudican?, ¡¿es que nadie se acuerda de nada?!
Espero recuerden que, hace no mucho, aumentaron las tarifas de los peseros de ciertas rutas de $2.50 a $3.00. Para nuestra buena suerte, cincuenta centavos no son nada, pero únicamente en el transcurso de esa semana se transmitieron y publicaron reportajes donde las personas contaban que, tristemente, esos $.50 marcaban la diferencia entre poder ir o no a su trabajo, mientras que otras afirmaban que tendrían que caminar a sus destinos.
No pretendo que la noticia del nuevo paquete sea “asimilada” tan rápido como la del ejemplo anterior porque, como era de esperarse, se están colgando los diversos actores políticos dando declaraciones, según ellos, importantes. Ahora resulta que todos creen que fue una mala idea subir los impuestos; los que no votaron por la reforma dicen “ya ven, si por eso los priístas nos abstuvimos”, y los que sí declaran que no es suficiente “el cambio aparente” y que está mal planteada la reforma, es más, hasta el desaparecido Fox ya se quejó…
Montserrat Alquicira
- Reportera
1 comentarios:
a mi me agradaban bastante tus notas pero creo que a partir de unas recientes siento que escribes igual, dices las cosas igual... no se, escribe de otras cosas o dale un tono o enfoque distinto... en otras palabras, son buenas, pero ya me aburrió siempre lo mismo.
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