CELEBRACIONES AUSTERAS

• Gran árbol
• La lana no se va a malgastar
• Invertir para ganar
• Diciembre sin más embotellamientos

Marcelo Ebrard pretende entretener (en todos los sentidos de la palabra) a los mexicanos por medio de “La magia de la navidad”. Dicho programa comenzará el día sábado cinco de diciembre.

Para que se nos olvide la crisis económica un ratito, se va a colocar el árbol navideño más alto del mundo, con la esperanza de quitarles el Record Guinnes a los brasileños, actuales poseedores de dicho premio.

El vicepresidente de Mercadotecnia de Grupo PepsiCo en México, José Luis Ortíz, dijo: “es el árbol más grande con el que estamos intentando romper un Récord Guiness, que lo estamos registrando para ser el árbol más grande del mundo, es un árbol que medirá aproximadamente 112 metros”. PepsiCo es una de las empresas privadas que están patrocinando el evento.

Ebrard declaró: “no estamos malgastando recursos, gracias al apoyo que tenemos de los patrocinadores. Es el único festival de este tamaño del mundo en donde el 80%, cuando menos, proviene de recursos privados, subrayo esto”.

Dice nuestro izquierdista Jefe de Gobierno que para ganar hay que invertir, y es que el 20% faltante vendrá derechito de nuestros ya vacíos monederos.

Se tiene prevista la presencia de tres millones de turistas, lo que generará una derrama económica de 10 mil millones de pesos, aproximadamente.

Los visitantes no sólo podrán disfrutar de la pista de hielo más grande del mundo, si no que también podrán subirse a motonetas y toboganes de nieve.

Arturo Mendicuti de la Cámara Nacional de Comercio ha dicho: “sin la necesidad de comprometer recursos públicos es factible que con la participación de la iniciativa privada podamos llevar a cabo iniciativas como ésta, eventos trascendentes que coloquen a la ciudad nuevamente de pie y la coloquen ante el mundo con una presencia permanente y en una invitación a todos los sectores para fomentar el turismo hacia y de nuestra ciudad”.

La verdadera sorpresa fue que no está planeado cerrar por largo tiempo ninguna arteria principal de nuestra hermosa capital para la realización de las celebraciones, así que griten ¡sí¡ al consumismo y siéntanse libres de ir en su carro a hacer las fervorosas compras navideñas.

Montserrat Alquicira

- Reportera