• Libros de superación personal
• Libros de dietas
• Los que se esfuerzan y los que no
• Valoremos los libros malos
Respetuosamente les pido, queridos lectores, que si ustedes son alguno de los tantos que disfrutaron de la literatura sublime de “Caldo de pollo para el alma” y “Quién se ha llevado mi queso”, no continúen leyendo.
A lo largo de la historia, nos hemos encontrado con una cantidad impresionante de libros que, de principio, no debieron haber sido impresos. Y es que hay unos cuantos escritos que ni para emparejar una mesa coja podrían servir, es más, de envolver el pescado con algunas de sus hojas, seguramente, terminaríamos por envenenarnos.
Personalmente, me molestan los libros de superación personal, ¡no los soporto! Me parece ridículo pensar que alguien va a resolver todos tus problemas sin conocerte, de hecho, estoy convencida de que, el único que se superará, será el o la autora del libro… de seguro se hará multimillonario.
Otros libros estúpidos son los libros de dietas. Desafortunadamente, cada día hay más y más obesos en el mundo, por lo que la gente puede encontrar un tesoro en ese mercado.
Quiero que sepan que, como todo en la vida, la apreciación de un texto es completamente subjetiva. Los libros que para mí pueden ser nefastos, para ustedes pueden ser la mismísima Biblia.
Apedréenme si gustan, pero uno de los peores libros que he tenido la mala suerte de leer fue “Crepúsculo”. Inocentemente, creí que lo que estaba mal era la traducción al español, así que sin vergüenza ni recato decidí pedir prestada la versión en el idioma original: resultó ser un completo fiasco. Me aburrí como una ostra antes de llegar al final del primer capítulo. Lo único bueno del librillo éste fue que mis neuronas murieron de manera gratuita, no pagué ni un peso por él.
Pero, por lo menos, los ejemplos anteriores, en su mayoría, son personas que lucharon, de cierta manera, para que sus libros pudieran ser publicados, como J. K. Rowling, autora de Harry Potter, quien escribió varias veces a mano el primer tomo de la famosa saga para poder enviarlo a las casas editoras ya que era Pobre, con P mayúscula y no tenía dinero para fotocopiarlo.
Otro es el caso de las “celebridades” que no se conforman con hacer el ridículo en la pantalla, sino que lo quieren plasmar en tinta.
A mi parecer, el premio al peor libro de la historia, (hasta ahora) tiene que ser para Penélope Menchaca, si no saben ni quién diablos es esta mujer no se preocupen, yo les contaré: Resulta que Penélope es la famosísima conductora del programa de cultura contemporánea “12 Corazones”. Uno podría pensar, nada más de oírla, que esa mujer no sabe ni leer, pero, para nuestra sorpresa, hasta escribir sabe y ha publicado “El Arte del Cuchiplancheo”.
La señorita dice que “El Arte del Cuchiplancheo” es un manual de sexo que va de la A a la Z, pasando varias veces por el punto G, y que, si los hombres no saben encontrarlo, ella les puede dar un mapa…¡Lean, nada más!
En fin, la cuestión es que debemos valorar también los libros malos, ya que, de no leerlos, no encontraríamos a aquellos que valen la pena.
Para cerrar con broche de oro, les dejo una cita que, si son buenos lectores, sabrán perfectamente de quién es: “No hay libro tan malo que no tenga algo bueno”.
Montserrat Alquicira
- Reportera
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