México D.F. 5 de Agosto del 2009.- La Secretaría de Salud indica que el 70% de la población mayor de 20 años en México padece obesidad, y somos el segundo país a nivel mundial en padecerla; hay muchos factores que influyen para que las personas no tomen en cuenta que el comer compulsivamente, puede convierte en una adicción.
Uno de ellos es que, tal vez no nos damos cuenta porque desde pequeños nos han enseñado que el comer es un premio, en los cumpleaños es una comida, en los aniversarios una cena, el 10 de mayo comida con nuestra mamá, y claro el día más cursi de todo el año, el 14 de febrero, y la tan afamadas cenas de navidad y año nuevo y así como estos eventos hay muchos más a lo largo de todo el año.
Y es aquí donde todo esto se vuelve un negocio para la Industria Restaurantera, ya que hay diferentes promociones que se adaptan a lo que estés festejando, y aunque queramos evitarlas terminamos por ir, porque decimos: como despreciar una comida que casi, casi es un pecado.
¿Y qué pasa con los restaurantes de comida rápida?, estos tienen bien identificados a los consumidores, y pues obvio, como saben que nos vale un reverendo cacahuate, fijarnos en las calorías, carbohidratos y en la grasa que contiene cada alimento, pues se aprovechan de esto y estos lugares se siguen esparciendo como plagas, gracias a que no tenemos una cultura por llevar una alimentación sana.
Pero aquí la pregunta es ¿Por qué comemos en estos lugares? Pues hay miles de razones, las típicas: es que no tengo tiempo, es más barato, por lo rico, por una u otra razón nunca despreciaremos a la hora que sea una enorme y gran hamburguesa con papas fritas con un refresco y aún tenemos el cinismo de pedir un helado o la promoción que este ese día.
Y en otros casos, ¿qué pasa con la comida chatarra?, ésta tiende a ser más alta en grasas, sales y calorías, no está mal si los consumimos de vez en cuando por antojo, pero, ¿qué sucede si con el paso del tiempo se convierte en una adicción?, porque nuestra mente y cuerpo ya lo requiere, ya no es por placer o por gusto se vuelve una necesidad, el estar comiendo todo el día, lo que sea: unas papas, un pastelito o unos dulces, hace que se sientan mejor y hasta un gran alivio, ya que se vuelven adictos a comer todo el día porquería y media que llevamos a nuestro cuerpo sin si quiera ver el peligro que esto conlleva.
A menudo, las personas que comen así, lo hacen porque sufren ansiedad, causada por factores como el trabajo, problemas con la pareja o con la familia. Las cuál se puede canalizar en un impulso irrefrenable por consumir comida de este tipo, muchos ocultan alguna depresión por medio de la comida, tal vez porque los hace sentirse mejor, o porque lo ven como un refugio, a final de cuentas el comer de esta forma sin siquiera detenernos un momento y pensar si realmente queremos llevar una vida así, y seguir siendo un país donde ser gordito es sinónimo de que está sano, pues entonces, sigamos consumiendo comida de este tipo, de una o mil formas, los únicos afectados somos nosotros. Pero al final del día… que rico es comer.
Andrea Calderón Moreno
- Reportera
0 comentarios:
Publicar un comentario